Si hay un sentido que nos preocupa constantemente, es el de la visión.
Damos por hecho ver, y no somos conscientes de su importancia hasta que aparece una dificultad o se presenta una enfermedad ocular. Al mismo tiempo, y según reportes como los de la Organización Mundial de la Salud, durante los últimos años las enfermedades de los ojos han crecido, impulsadas por el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión, los cambios en los hábitos de vida —incluyendo la exposición prolongada a pantallas— y la falta de prevención en el cuidado.
Afortunadamente, la tecnología también ha avanzado.
Hoy contamos con nuevas e innovadoras herramientas para la detección temprana de enfermedades oculares, tratamientos menos invasivos y dispositivos que mejoran la calidad de vida de quienes viven con pérdida parcial o total de la visión. Estamos hablando de la cirugía con láser en los ojos, un procedimiento seguro, rápido y cada vez más accesible.
La cirugía con láser surgió y se desarrolló durante la década de los 80, cuando el láser excímer comenzó a utilizarse para moldear la córnea y corregir problemas refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que hoy siguen siendo algunos de los más comunes. Con el tiempo, aparecieron diferentes técnicas como la PRK, el LASIK y más recientemente el SMILE, cada una con ventajas en cuanto a recuperación y resultados.
Básicamente, con la cirugía láser el personal médico busca modificar la forma de la córnea, que es la “ventana transparente” en la parte frontal del ojo y la encargada de enfocar la luz que entra. Cuando la córnea no tiene la curvatura adecuada, la luz se desenfoca y aparecen los problemas. El láser permite entonces remodelar micras de tejido corneal con una precisión milimétrica, sin necesidad de bisturís tradicionales.
Al ajustar la curvatura de la córnea, la luz vuelve a enfocarse correctamente en la retina, lo que se traduce en una visión mucho más clara y nítida. En pocas palabras: la cirugía láser no “cura” el ojo, sino que corrige el camino que recorre la luz dentro de él, ofreciendo al paciente una alternativa segura y duradera para dejar de depender de gafas o lentes.
El procedimiento es rápido, ambulatorio y prácticamente indoloro, ya que se utilizan anestésicos en gotas. Aunque cada técnica (PRK, LASIK o SMILE) tiene sus particularidades, el proceso general sigue pasos muy similares:
El procedimiento dura apenas 10 a 15 minutos por ojo, y en muchos casos los pacientes notan una mejoría en su visión en cuestión de horas o pocos días, dependiendo de la técnica utilizada.
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La cirugía láser en los ojos no está indicada para todas las personas. En general, el candidato ideal es alguien mayor de 18 años y menor a 40 años, con una fórmula de gafas o lentes estable durante al menos un año y que presente defectos refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismo dentro de los rangos que la tecnología puede corregir.
También es fundamental contar con una córnea sana, de grosor adecuado, y no tener enfermedades oculares como queratocono, cataratas o glaucoma. Se espera que la persona tenga un buen estado de salud general, ya que condiciones como la diabetes avanzada o ciertos trastornos autoinmunes pueden afectar el proceso de cicatrización.
Otro aspecto importante es que la cirugía no se recomienda durante el embarazo o la lactancia, debido a los cambios hormonales que pueden alterar la visión de manera temporal. En resumen, el candidato ideal es alguien con ojos sanos, visión estable y expectativas realistas sobre los resultados, entendiendo que el objetivo principal es mejorar la calidad de vida.
Uno de los principales beneficios de la cirugía láser en los ojos es la posibilidad de reducir o incluso eliminar la dependencia de gafas o lentes de contacto. Para muchas personas, esto significa mayor comodidad en su vida diaria. Además, los avances tecnológicos han hecho que los resultados sean cada vez más precisos y duraderos. En la mayoría de los casos, los pacientes alcanzan una visión clara y estable en poco tiempo, con mejoras desde las primeras 24 horas. También se trata de un procedimiento seguro, respaldado por décadas de investigación y perfeccionamiento, lo que brinda confianza a médicos y a pacientes.
Otro aspecto positivo es que se trata de una cirugía rápida y ambulatoria, que no requiere hospitalización y permite retomar muchas actividades en cuestión de días.
Finalmente, la cirugía láser también ofrece un impacto emocional y psicológico positivo. Recuperar la libertad de ver con claridad genera mayor confianza, seguridad y calidad de vida. En muchos casos, este beneficio intangible es tan valioso como la mejora visual.
Aunque la cirugía láser en los ojos es considerada un procedimiento seguro y eficaz, como toda intervención médica no está exenta de riesgos y posibles efectos secundarios. Es importante conocerlos para tener expectativas realistas y tomar una decisión informada.
En el corto plazo, algunos pacientes pueden experimentar sequedad ocular, visión borrosa temporal, halos alrededor de las luces o mayor sensibilidad a la luz, especialmente durante la noche. Estos síntomas suelen ser transitorios y mejoran con el tiempo y con el uso de lágrimas artificiales o tratamientos indicados por el especialista.
En un número reducido de casos, la corrección visual puede no ser la esperada, lo que se conoce como sobre o subcorrección. Cuando ocurre, el oftalmólogo puede recomendar un retoque o tratamiento adicional para optimizar los resultados. También existe el riesgo de que la visión fluctúe durante las primeras semanas de recuperación.
En situaciones muy poco frecuentes, pueden presentarse complicaciones más serias como infecciones, problemas en la cicatrización de la córnea o debilitamiento corneal (ectasia). Estos casos son raros, sobre todo con la tecnología moderna y un adecuado proceso de selección del paciente.
Por eso, antes de someterse a la cirugía, es fundamental realizar un examen oftalmológico completo, seguir las indicaciones médicas al pie de la letra y acudir a los controles posteriores. De esta manera, los riesgos se minimizan y la probabilidad de disfrutar de una visión clara y estable aumenta significativamente.
El precio de una cirugía láser refractiva varía según la técnica empleada, la tecnología disponible y los servicios incluidos. Si estás considerando este procedimiento, la Clínica de Oftalmología Sandiego destaca por ofrecer una valoración sin costo para cirugía refractiva.
Elegir dónde realizarse una cirugía láser en los ojos es una decisión que marca la diferencia en tu salud visual y en tu calidad de vida. En la Clínica Oftalmológica Sandiego, cada procedimiento está respaldado por más de 30 años de experiencia en el cuidado de los ojos, lo que garantiza confianza y seguridad en cada paso del proceso.
Uno de los principales diferenciales de la clínica es la tecnología de última generación con la que cuentan sus quirófanos, como el excímer láser y el femtosegundo, que permiten realizar procedimientos precisos, personalizados y con tiempos de recuperación más rápidos. Esto significa que la cirugía no solo corrige tu visión, sino que lo hace de manera mínimamente invasiva y con los mejores estándares internacionales de calidad.
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Además, la Clínica de Oftalmología Sandiego ofrece un acompañamiento integral: desde la valoración inicial con exámenes diagnósticos avanzados hasta el seguimiento posoperatorio. Su equipo médico está conformado por oftalmólogos subespecialistas, con entrenamiento en cirugía refractiva y en el manejo de casos complejos, lo que asegura que cada paciente reciba un tratamiento adaptado a sus necesidades específicas.
No hay que pasar por alto la calidez humana con la que se trabaja. No se trata solo de una cirugía, sino de una experiencia que impacta profundamente tu vida diaria. En la Clínica de Oftalmología Sandiego entienden lo que significa este procedimiento, por eso brindan un trato cercano y empático que genera confianza en cada consulta y procedimiento.
Finalmente, el reconocimiento de sus pacientes respalda su trayectoria. Miles de personas han recuperado una visión clara y estable gracias a su trabajo, recomendando a la clínica como una de las mejores opciones en cirugía láser en Medellín y en el país.